La larga novela que tuvo como protagonistas a los productores agropecuarios de todo el país y la multinacional Monsanto por el uso de variedades de soja con tecnología Intacta parece finalmente haber encontrado su capítulo final: ayer, el ministro de Agroindustria anunció un acuerdo con toda la cadena comercial para el control del comercio de semillas.
Consiste puntualmente en fortalecer el rol del Instituto Nacional de Semillas (Inase) para que este sea el que efectúe la fiscalización y no como venía ocurriendo hasta ahora, que Monsanto contrataba laboratorios para realizar los controles en puerto y luego enviar facturas a los productores intentando cobrarles compulsivamente una regalía si detectaba el uso de semillas con tecnología Intacta.
"El acuerdo establecido parte del principio sostenido por el Estado, para ser quien establecerá medidas de control y fiscalización del mercado de semillas, utilizando, entre otros procedimientos, el muestreo de granos. Estas medidas son de aplicación para la campaña de comercialización de soja 2015/2016", precisó Agroindustria mediante un comunicado, luego de una conferencia de prensa.
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En concreto, el Inase con sus propios recursos o firmando convenios con organismos públicos o privados (Bolsas de Cereales y Cámaras Arbitrales, por ejemplo), será el que efectúe estos análisis. A partir de allí, si se detecta que la semilla que se utilizó es ilegal, debido a que no fue declarada, corresponderá una sanción al productor y se le correrá vista a las empresas desarrolladoras de tecnología para que evalúen si se lesionó su propiedad intelectual y puedan avanzar en reclamos por vía administrativa o judicial.
Los acuerdos se plasmarán en una resolución del Inase de pronta publicación, así como en prácticas y contratos comerciales adaptados a las nuevas circunstancias, sin la inclusión de cláusulas específicas referidas a tecnologías ni condiciones de descuento automático.
“El Ministerio de Agroindustria asume el compromiso de fortalecer el rol del Inase, convocando al directorio y dotando al Instituto de los recursos necesarios para un efectivo control del mercado en el marco de la Ley de Semillas y Creaciones Fitogenéticas N° 20.247 y normativa complementaria”, agregaron desde la cartera que encabeza Ricardo Buryaile.
Nueva ley de semillas
Según el ministro, “durante todos estos años hubo un Estado ausente y el sector privado salía a protegerse como creía conveniente; ahora creemos que el sector privado debe actuar de manera distinta y con un rol activo del Estado”. De todos modos, descartó que esto signifique una intervención y subrayó que se reafirmará el respeto de los acuerdos privados entre proveedores de tecnología y multiplicadores, productores, acopios y exportadores.
Para la próxima campaña 2016/17, el objetivo de Agroindustria es ya tener sancionada y vigente una nueva ley de semillas. “Este año vamos a tener una Ley de Semillas acordada con todos los sectores involucrados”, prometió Buryaile y fundamentó: “La cadena agroindustrial debe tener un marco adecuado para generar biotecnología, pero en el que nadie tenga primacía sobre otros”. El ministro dijo que la idea es elevar el proyecto de ley ante la Cámara de Diputados en agosto.