A fines del año pasado, varios informes dieron cuenta de la reducción de la rentabilidad ganadera de la mano de un estancamiento de los precios principalmente de los animales para consumo, pero también para la invernada; acompañado de un “despegue” entre ambos valores que hace poco atractiva la actividad de recría.
Como muestras, el economista del Ieral de Fundación Mediterránea, Juan Manuel Garzón; se preguntó si el "boom ganadero" se había agotado, por la caída de la participación de los productores en el precio final de las carnes; y el investigador del Inta Marcos Juárez, Carlos Ghida Daza, calculó una caída del 30 por ciento de la rentabilidad desde abril.
En este contexto, el arranque de 2017 no es, al menos por el momento, muy promisorio: el informe de coyuntura mensual de Zorraquin+Meneses menciona que los precios siguen sin repuntar, mientras que el remate semanal de la Sociedad Rural de Jesús María (SRJM) mostró valores sin cambios y que ya arrastran meses en los mismos niveles.
Datos
“Sigue sin repuntar el precio del gordo en el último mes, rondando los 28 a 30 pesos por kilo vivo. La invernada empieza a reflejar también una caída de precios; en poco tiempo más empieza la zafra de terneros y hoy el mercado ronda los 35 a 36 pesos en hacienda de calidad”, advierte Zorraquin+Meneses.
De todos modos, alienta a una “expectativa de rentabilidad del negocio, por el aumento de las exportaciones y por un posible repunte del consumo interno en 2017”, debido a que “el valor de la carne en mostrador, en moneda constante, está más barata que en 2014 y 2015, lo que estimulará el consumo”.
En Jesús María se remataron 1.038 cabezas: los “gordos” se mantuvieron en torno a 30 pesos, con un máximo de 32,50 para novillos de hasta 350 kilos y 31,40 para vaquillonas livianas; los terneros promediaron 40 pesos, con un pico de 43 pesos para los de mejor calidad, según señalaron desde la firma Consignaciones Córdoba, encargada del remate.
Así, la diferencia entre invernada y ganado para fanea sigue en torno al 33 por ciento, muy por encima del 10 por ciento que se considera la relación ideal para mantener una buena rentabilidad.