Un nuevo término se ha sumado al diccionario climático que se han aprendido los productores agropecuarios: además de “El Niño” y “La Niña”, hay otro fenómeno que puede tener implicancias en el caudal de lluvias y que se denomina “El Niño Costero”.
Según el informe agroclimático estacional de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, se trata de un fenómeno que ocurre en las costas del Perú, producto del calentamiento del mar, y que causa intensas tormentas sobre ese país y las regiones aledañas.
En principio, su alcance es local pero, según el climatólogo Eduardo Sierra, no se puede descartar que en su evolución pueda convertir en un “verdadero El Niño, que podría causar impactos catastróficos sobre Sudamérica, ya que sus efectos se sumarían a los del reciente “Súper El Niño 2015/2016”.
Sierra sostiene que, para que ello se concrete, se necesitaría que los vientos Alisios, que hasta el momento se mantienen fuertes, redujeran abruptamente su intensidad; “por lo tanto, la emergencia de un nuevo ‘El Niño’ de alcance global puede considerarse posible pero poco probable”.
Perspectiva
De acuerdo a este reporte, habrá que esperar hasta mayo para confirmar o descartar del todo esta hipótesis pero, en el mientras tanto, “el actual escenario climático hace suponer que los riesgos hídricos se mantendrán por encima de sus niveles normales por lo menos hasta mediados del presente año”.
El informe señala que el comienzo del otoño activó las lluvias en la mayor parte del área agrícola sudamericana, con el aditamento de que la acción residual del “Súper El Niño” 2015/16 hizo que este proceso se potenciara considerablemente.
Asimismo, menciona los anegamientos que siguen sufriendo Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, y no trae buenas noticias.
Para Sierra, “la magnitud del proceso disparado por el intenso Super El Niño 2015/16 determina que pasará un tiempo considerable antes que estos efectos negativos desaparezcan. En caso de desarrollarse un nuevo episodio de El Niño la situación podría agravarse significativamente”.
Mes por mes
Abril. Se avanzará en la transición estacional, siendo probable que se produzcan fenómenos de gran intensidad. La mayor parte del área agrícola de Bolivia, Sur de Chile, Paraguay, Brasil, La Argentina y el Uruguay observarán una intensa actividad, con lluvias muy abundantes, acompañadas por tormentas severas, con riesgo de granizo, vientos y aguaceros torrenciales, que podrían agravar el estado de los campos bajos anegables.
Mayo. Oservará condiciones muy contrastantes, debido a que la transición estacional se completará en forma algo tardía. Gran parte del interior de la Argentina y el extremo sur del Uruguay observarán precipitaciones moderadas a escasas, aunque se mantendrá cierto riesgo de tormentas localizadas severas puntuales.
Junio. Persistirán algunos focos de actividad superior a lo normal. Un foco de fuerte actividad se ubicará sobre el este de Bolivia, el Paraguay, el norte de la Mesopotamia, el Uruguay y el sur del Brasil, registrando fuertes tormentas. Otro foco, impulsado por los vientos polares, afectará al centro-sur y al sur de Chile, extendiendo su actividad hacia el sur de Cuyo.