En medio del fuerte impacto de las inundaciones, los productores del agro toman nota de la puja distributiva post rebaja de retenciones que comenzaron a instalar las centrales sindicales e incluso algunos dirigentes políticos de la oposición.
Para los líderes de este lado del mostrador, "el campo" salió favorecido con los cambios en la política económica de Macri, bajo el supuesto de que, en paralelo, quedó rezagado el estamento del sector trabajo.
Algunas rurales decidieron salir a responder públicamente, como lo hicieron los sindicalistas. Así, por caso, CRA dio a conocer la posición de una de sus entidades de base –la Sociedad Rural de Pergamino, ubicada en el corazón agrícola–. Desde esta esfera, se contestó que el beneficio de la quita de retenciones otorgado en diciembre era un reclamo de muchos años, tratándose de gravámenes distorsivos, que recaen directamente en los precios, sin considerar costos ni factores de la producción. También se aclara que la medida liberó sólo al trigo y el maíz, que estaban al borde de dejar de sembrarse por el quebranto que arrojaban. Y que la soja, producto que genera mayores ingresos a las arcas públicas, sólo tuvo una quita del cinco por ciento.
Por la misma cuerda, los ruralistas apuntan otro escollo histórico: todos quieren ser socios del agro en las situaciones favorables, de bonanza, pero ante las adversidades (como ahora las inundaciones) hasta es dificultoso obtener préstamos para poder continuar con las actividades cotidianas.
Por encima de la teoría en boga que coloca ahora al agro como gran beneficiado, se percibe un tácito acuerdo de la dirigencia para no alimentar esta controversia. Se considera que no es momento de pujas entre sectores, sino de empujar a favor del relanzamiento de la economía y de la marcha inicial del Gobierno.
Por esta razón, se dice en las filas rurales, se dejó en suspenso o para más adelante la demanda de una reforma impositiva integral.
El agro es uno de los rubros que requeriría este resorte competitivo, en función de que, a pesar de la quita de retenciones, los distintos niveles del Estado se quedan con cerca del 70 por ciento de la renta de los productores.
Faltante de semillas
La próxima siembra de trigo, que se perfila con un importante incremento (un 30 por ciento más en la provincia, según cálculos de la Bolsa de Cereales de Córdoba) enfrenta varias complicaciones: además de los problemas de piso que subsisten a la salida de la campaña gruesa, Cartez llevó al consejo de CRA la preocupación por la escasez de semilla de calidad en Córdoba.
Sobre este punto, los representantes rurales de Buenos Aires informaron que en esa provincia hay existencias con las cuales se podría cubrir la demanda en el caso de que en otras zonas del país se requiera de material genético para llevar a cabo las coberturas.