El índice asociado al fenómeno del Pacífico Ecuatorial, que se ha mantenido por quinto mes consecutivo por debajo de -0,5, alienta previsiones de lluvias en niveles normales o por debajo, incluso. Pero el doctor José Luis Aiello, en una entrevista para la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, alertó también que la recolección nacional puede verse afectada por la actual inestabilidad atmosférica. Por ello, no descarta la posibilidad de anomalías asociadas a pulsos calientes e importantes volúmenes de agua de lluvias en cortos períodos de tiempo.
Se trata de un momento muy sensible para la definición de rendimientos de la soja. Si las lluvias retornan en grandes volúmenes podría haber un serio deterioro y dar por el suelo las buenas expectativas de cosecha que hoy se esperan. Asimismo, también bajarían las productividades si se detienen los mecanismos de lluvias en este tramo. Hay regiones muy importantes que necesitan el auxilio de nuevas lluvias para sostener sus rindes. El noroeste argentino es la zona que más necesita del retorno de las tormentas. Aiello comentó que no observa un cambio favorable que revierta esta situación a corto plazo.
Durante la última quincena de febrero la distribución de las lluvias ha sido más despareja con notorios pulsos de calor. Al respecto, el especialista anota que hay una actividad atmosférica que está produciendo ofertas de aguas en forma despareja, cuestión que fue medida muy bien en toda la región GEA.
Al ser consultado sobre la evolución del clima durante el actual período de cosecha, Aiello mencionó que en el Pacífico Ecuatorial Central, donde se parametrizan los índices que definen su estado, se observa por quinto mes consecutivo un Índice ONI por debajo de -0,5. “Técnicamente estamos en una fase Niña. Esto lo tomo como un factor favorable para no esperar grandes problemas en la recolección; o sea, las lluvias, por este fenómeno se ubicarían en lo normal o por debajo de las medias históricas”, estimó.