Un informe elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destaca que la soja fue el complejo oleaginoso que más perdió a lo largo del corriente año.
Basándose en datos de la publicación especializada internacional Oil World, el análisis de los economistas Patricia Bergero y Julio Calzada determina que la soja y sus derivados cayeron entre 17 y 26 por ciento en los últimos 12 meses.
Sin embargo, advierten que las perspectivas, al menos en los aceites –de los que Argentina es el principal exportador mundial–, mejoran para 2016 debido al fenómeno “El Niño” que perjudicaría a los países productores del sudeste asiático y beneficiaría a los sudamericanos.
Balance negativo
Según el estudio de la BCR, de los 27 productos analizados que forman parte de diversos complejos oleaginosos, sólo tres subieron de precio de noviembre del año pasado hasta ahora: el girasol (siete por ciento), el aceite de maíz (siete por ciento) y el aceite de oliva (tres por ciento).
“La economía mundial –en productos oleaginosos y/o aceites, grasas y harinas– muestra en el último año fuertes caídas en los valores de exportación en la mayoría de sus productos”, menciona el informe.
En el caso de los productos que son importantes para la economía argentina y su balanza comercial, se ubican con caídas relevantes la harina de soja (proteína 49 por ciento origen Argentina CIF Rotterdam) con una caída del 26 por ciento; los pellets de la oleaginosa (FOB Brasil) con bajas del 24 por ciento; y el poroto con una merma en los valores de exportación del 22 por ciento.
“El aceite de soja, donde Argentina es el principal exportador mundial, tampoco se queda atrás en materia de bajas de precios. Este bien registra una caída del 17 por ciento en un año”, advierte el relevamiento.
Otros productos con algún grado de desarrollo en la Argentina que sufrieron bajas fueron: maní base sin cáscara (16 por ciento), aceite de girasol y harina de colza (10 por ciento), harina de girasol (ocho por ciento), aceite de colza (seis por ciento) y semilla de colza (tres por ciento).
Mejora 2016
De todos modos, esta tendencia podría mejorar de cara al año próximo, al menos para los aceites de soja.
En primer término, un dato a tener en cuenta que menciona la BCR es que los competidores directos del aceite de soja, que son los relacionados a la palma, también han bajado cerca de un 20 por ciento en el año.
En ese marco, hay posibilidades de que El Niño favorezca a los países sudamericanos y perjudique a los del sudeste asiático, que son los principales productores de aceite de palma. La menor oferta de este derivado haría subir los precios de todos los aceites vegetales, incluyendo el de soja.
“Se perfila un año en el que la dependencia en las producciones de aceite de palma y de soja será mayor que en el 2014/2015 y con un Niño instalado y con efectos ya visibles, hay en frente un panorama de justeza en la relación oferta/demanda para todos los aceites”, explica la Bolsa rosarina.
Oil World pronostica por primera vez en tres años una demanda de aceite de palma superior a la producción. Los especialistas alemanes creen que los stocks de aceite de palma contribuirán a atenuar esta menor producción pero que, indefectiblemente, se irán agotando y que la justeza en aceite de palma se hará evidente en algún momento a inicios del 2016, por lo que sus precios comenzarían a apreciarse, arrastrando al resto de los valores de los aceites vegetales.
En este escenario, el inmediato proveedor sustituto al aceite de palma -por volumen- es el aceite de soja y será la producción de soja lo que estarán mirando los analistas. “Sobre ella no se perfilan amenazas serias en la medida que El Niño tiene un efecto favorecedor para los países productores sudamericanos, efecto opuesto a los productores de oleaginosas y palmas en el sur asiático. Con una harina de soja de panorama bajista, la presión demandante sobre el aceite hará que el precio del aceite gane participación en la ecuación del crushing”, analizan los economistas de la BCR.