Las luces en el complejo exportador oleaginoso argentino se encendieron de amarillo durante 2015. La harina de soja, el principal producto de exportación del país, perdió 23 por ciento de su valor en el último año, de acuerdo con las cotizaciones del mercado de Chicago.
Si bien su valor es el más bajo de 2009, el subproducto de la molienda de la soja reflejó en la última década valores por debajo de los actuales. Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, el precio actual de 302,8 dólares "es un muy buen precio comparado con el mínimo valor registrado en este período de 10 años: el 12 de setiembre de 2006, cuando la harina de soja cotizaba a 172 dólares la tonelada". El precio actual es 76 por ciento más elevado que ese registro del noveno mes de 2006, sostiene el informe elaborado por los economistas Julio Calzada y Guillermo Rossi.
“De ninguna manera queremos expresar o sugerir que los precios van a seguir bajando. Simplemente queremos exponer que el precio actual no deja de ser interesante viendo el pésimo registro de hace nueve años atrás”, aclaran los economistas.
Importancia
La harina y pellets derivado de la extracción de aceite de soja, conocida comúnmente como "harina de soja", es el principal producto de exportación de Argentina. Para tener una idea de la importancia que tiene este producto en las cuentas externas argentinas, simplemente hay que considerar el siguiente dato: las exportaciones nacionales en el año 2014 alcanzaron -por todo concepto- los 71.935 millones de dólares, en tanto que las ventas de harina de soja al exterior representaron aproximadamente 12.577 millones de dólares: 17,4 por ciento del total. De allí la relevancia que tiene para nuestro país analizar los precios de este producto en su mercado de referencia a nivel mundial: el mercado de futuros de Chicago.
Menor demanda
Si bien los argentinos tenemos razones para alegrarnos por el desempeño del valor de la harina de soja en los últimos 40 años, período en el que exhibe una clara tendencia alcista en los precios, el informe de la Bolsa de Rosario llama a la cautela respecto a las perspectivas futuras. “Esta tendencia obedece no sólo a una mayor demanda mundial de este producto para alimentación animal en las últimas cuatro décadas sino también al efecto de la inflación internacional sobre los precios de las commodities”, sostiene el reporte.
La harina de soja alcanzó recientemente precios mínimos desde 2009 en el mercado de Chicago, afectada principalmente por la débil demanda de los productores porcinos y avícolas del interior de Estados Unidos.