Cuando en la zona de Villa María, Mariano Bertello sembró el maíz el 25 de septiembre pasado, los números del cultivo eran ajustados. En aquel momento, con un valor menor a 100 dólares por tonelada, el cereal exigía un rinde de indiferencia de 85 quintales por hectárea. Dentro de esta estructura estaba contemplado un alquiler de 10 quintales por hectárea.
A poco más de seis meses de ese momento, el maíz ofrece otra realidad mucho más venturosa. Su valor comercial ronda los 150 dólares por tonelada y su rinde de indiferencia cayó en campo alquilado a 50 quintales por hectárea. Eso implica que cuando Bertello venda el cereal va a necesitar un menor volumen para afrontar los costos.
Si se tiene en cuenta que la soja de primera requiere de 34 quintales para salir hecho, el cereal corre con ventaja. Los más de 100 quintales de rendimiento que aportan los híbridos tempranos obligan a la soja a esforzarse para competir.
"No es fácil hacer soja de más de 30 quintales en la zona, y más en las condiciones agronómicas en las que se encuentran, debido al exceso de humedad", aseguró Bertello.
Los tratamientos que exige el combate de las malezas resistentes han debilitado además los márgenes de la oleaginosa. "Hoy tiene un costo de producción que ronda entre 18 y 20 quintales, lo que sumado al alquiler trepa a alrededor de 30 quintales", observó Rodrigo Bosch, gerente regional del semillero Nidera. En una campaña como la actual, con fuerte anegamiento de los lotes, la rentabilidad se ajusta aún más.
Mientras queda la mayoría de los lotes de maíz por cosechar, los productores ya van diseñando, al menos en el papel, la próxima campaña gruesa. Se estima que el área podría crecer en un rango que va de 20 al 40 por ciento.
A diferencia del ciclo pasado, cuando las consultas por semilla brillaban por su ausencia, ya hay ánimo para encarar un anticipo de precampaña. "Va a haber disponibilidad de semilla; lo que puede ocurrir es que en los materiales top pueda haber una mayor presión sobre la oferta, lo que va a requerir de los productores una toma de posición anticipada", observó Bosch.
En los números, el maíz aventaja a la soja incluso en campo alquilado
Su valor comercial ronda los 150 dólares por tonelada y su rinde de indiferencia cayó en campo alquilado a 50 quintales por hectárea. Eso implica que cuando Bertello venda el cereal va a necesitar un menor volumen para afrontar los costos.
22 de abril de 2016,