Muchas zonas del país, con epicentro en la zona núcleo, llevan 40 días sin recibir lluvias en el momento del año cuando ocurrieron las más altas temperatura y baja humedad. Este déficit provocó daños irreversibles sobre los rindes potenciales principalmente en los cultivos de maíz. Partidos como el de Pergamino y Baradero, los rindes de maíz de primera se están estimando ahora en cinco mil kilos por hectárea, cuando en años de lluvias adecuadas durante enero llegaron a superar los 12 mil kilos. También hay problemas de falta de lluvias en Entre Ríos, sur de Santa Fe, y casi toda la provincia de Buenos Aires, salvo en el oeste.
En cambio, los maíces sembrados tardíos o de segunda están mostrando un desarrollo vegetativo óptimo y si bien requieren lluvias tienen todavía más tiempo para su recuperación antes de entrar en zona de riesgo. Lo cierto es que buena parte de la firmeza que muestra el mercado de maíz, sino toda, se debe a la falta de lluvias y los daños que en muchas zonas ya son irreversibles. El maíz disponible ha llegado esta semana al valor más alto de los últimos 5 años: 157 dólares.
El dato más relevante a tener en cuenta es que el maíz posición abril en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) está cotizando a 156,6 dólares. Vemos que prácticamente no hay pases entre el maíz disponible y la primera posición futura de nueva cosecha. Este es un claro síntoma de un mercado muy firme y que por el momento parece no tener techo.
El techo lo pondrá la próxima lluvia en el momento que ocurra, mientras continúe la sequía el mercado seguirá firme debido a la fuerte demanda que muestran los exportadores. Sucede que la exportación ya tiene registradas más de ocho millones de toneladas y deben cubrir sus registros con compras para poder cerrar su riesgo de precio y cumplir con las ventas y embarques ya cerrados. Los exportadores tienen compras y declaradas 3,4 millones de toneladas de maíz nuevo; si le agregamos el stock remanente de compras de maíz de la cosecha anterior estimado en dos millones de toneladas se llega a un total de maíz físico disponible para embarcar de 5,4 millones.
En conclusión, las necesidades de compras de los exportadores se ubican en 2,6 millones de toneladas de aquí a la cosecha, esto justifica el nerviosismo de muchos exportadores y la necesidad de compras por maíz, no importa el precio en estos momentos importa el volumen. Y si no vienen lluvias, las pérdidas serán cada vez mayores y los productores van a frenar sus ventas ante la incertidumbre productiva de su cosecha.
Mientras el maíz busca tocar el cielo con las manos, la soja mantiene su tendencia ligeramente sostenida con una gran resistencia a la baja. Aquí puede también tener influencia el factor climático y falta de lluvias. Sin embargo ya podemos adelantar que el maíz podrá ser en esta nueva campaña el cultivo más rentable de todos y en el caso de la soja, solo en campo propio, a menos de 300 kilómetros de los puertos y rindes por arriba de los 40 quintales podrá tener una rentabilidad aceptable.
La actual relación de precios soja/maíz en 1,36/1 es la más ventajosa para producir maíz de toda la historia reciente y contemporánea. Para ir pensando en la próxima cosecha 2016/17, ¿será nuevamente el año del maíz? Muy temprano para definirlo hoy; uno de los factores a tomar en cuenta para saber si la actual relación de precios se mantiene es conocer cuál será la intención de siembra de los farmers estadounidense para la próxima cosecha.
El clima complica al maíz y afirma su mercado
El maíz disponible ha llegado esta semana al valor más alto de los últimos cinco años: 157 dólares. Las necesidades de compras de los exportadores se ubican en 2,6 millones de toneladas de aquí hasta la cosecha.
5 de febrero de 2016,