Organizado por la asociación Fertilizar y el Instituto Internacional de Nutrición de las Plantas (Ipni, por sus siglas en inglés), este miércoles comenzó en Rosario el Simposio Fertilidad 2017.
Fernando Andrade, investigador del Inta Balcarce y del Conicet, fue el encargado de abrir el programa, con una conferencia titulada “Los desafíos de la agricultura”.
Su conclusión fue sencilla: satisfacer la demanda creciente de alimentos pero evitando que se siga incrementando también el impacto ambiental de la actividad agrícola.
Tendencia inviable
Andrade mostró un gráfico en el que analizó la evolución de la agricultura a nivel mundial en los últimos dos mil años y el crecimiento del impacto ambiental.
Según Andrade, “estamos utilizando la tierra en una dimensión mayor a su capacidad bioproductiva”, algo que genera un enorme desafío teniendo en cuenta que, hasta 2050, la producción de alimentos debería aumentar 60 por ciento para satisfacer el crecimiento poblacional y la mayor demanda de proteínas vegetales y animales.
Por eso, resumió: “el gran desafío es aumentar la producción pero desacoplándolo del aumento del impacto ambiental”
Datos a mirar
El técnico recordó que la agricultura a nivel global emite el 30 por ciento de los gases de efecto invernadero y que se degradan cinco millones de hectáreas por año.
Asimismo, más del 70 por ciento del agua dulce que se extrae, se utiliza para regar cultivos, “lo que hace muy necesario un uso eficiente de este recurso”. También consideró elevado el uso de agroquímicos y nutrientes a nivel mundial.
¿Cómo crecer sustentablemente?
Andrade manifestó que a nivel mundial se cultivan 15 millones de kilómetros cuadrados y esa superficie podría más que duplicarse, pero ese sería el camino erróneo porque supondría, entre otros aspectos, mayor deforestación y pérdida de biodiversidad.
“Lo que tenemos que hacer es aumentar los rendimientos por unidad de área o de tiempo”, sintetizó. En Argentina, dijo que hay mucho potencial para aumentar los rindes a través de buenas estrategias de fertilización y por medio de riego.
Para Andrade, “hay que hacer más eficiente la producción, con un manejo adecuado para cada situación; las mejoras de productividad no sólo pasan por agregar insumos, la tecnología no debe ser usada para forzar a la tierra más allá de lo que puede dar”.