Más de seis mil inscriptos volvieron a darle este año a la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) un lugar de privilegio en el mapa de las instituciones argentinas que velan por transmitir un mensaje de progreso sustentable en el agro.
La entidad cumplió las bodas de plata de sus congresos anuales y tanto el nombre elegido para el encuentro –Kairós, un dios griego que mide la calidad del tiempo-, como el lema, El tiempo de los nativos sustentables–, apuntaron a izar la bandera de la sustentabilidad como el leitmotiv que debe dominar a todas las actividades agropecuarias.
El presidente de Aapresid, Pedro Vigneau, lo dejó en claro durante el discurso que pronunció en la apertura del congreso que se extendió del 1 al 4 de agosto en el Salón Metropolitano de Rosario: el agro sólo tiene futuro si potencia al cuidado del ambiente como una de sus prioridades.
“Como nunca, las decisiones que tomemos van a impactar a las próximas generaciones”, dijo Vigneau en un acto de apertura del que, por primera vez, participaron no uno si no dos ministros de la Nación: el de Agroindustria, Ricardo Buryaile; y el de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman.
La apuesta por la sustentabilidad también se reflejó en que el XXV Congreso de Aapresid fue sede del 7° Congreso Mundial de Agricultura de Conservación.
El mensaje del representante regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Julio Berdegué, fue en sintonía con las palabras de Vigneau: “Nuestra generación tiene la obligación moral de construir la agricultura que alimentará a millones de personas y, a la vez, contribuir a mitigar el cambio climático. El mundo nunca va a tener atmósfera sana con suelos enfermos”.
Futuro disruptivo
Para el presidente de Aapresid, este cambio de pensamiento que requiere el agro es parte de un proceso en el que también hay que adaptarse a las transformaciones tecnológicas.
“Necesitamos aprender del pasado, pero no enfocarnos ahí; en el futuro es donde están las soluciones”, subrayó Vigneau.
El avance de las tecnologías disruptivas fue planteado como uno de los desafíos que vienen para la agricultura, al punto que el Congreso incluyó un plenario específicamente destinado a debatir el cambio de paradigma que supone la agricultura digital.
“La carne sintética se está desarrollando a una velocidad fantástica. La primera hamburguesa impresa en 3D costó 250 mil dólares realizarla pero ya cuesta menos de 10 dólares. Ya hay carne y leche sin vacas, y huevos sin gallinas. Hay que prepararse y hay que hacerlo rápido”, se escuchó en esa conferencia en el que uno de los disertantes fue el presidente de Monsanto Sudamérica, Rodrigo Santos.
En diálogo con Agrovoz , Santos consideró a la transformación digital como una realidad inevitable, "que va a afectar a todos. "La agricultura va a tener que adaptarse a eso. Para mí es una oportunidad para ayudar a los agricultores a producir más y conservar más", dijo Santos.
Cambio climático
El horizonte de la sustentabilidad pone como uno de los temas centrales la contribución a mitigar el cambio climático y el calentamiento global y Aapresid, como promotor de la siembra directa, entiende que tiene mucho para aportar al respecto.
Por eso, “¿Cuándo, ¿dónde y cómo la siembra directa mitiga el cambio climático y mejora la producción de alimentos?” fue el título de otro de los simposios, en el que investigadores de países limítrofes analizaron la incidencia de las emisiones en los distintos tipos de siembra y el control de los gases según los climas y las particularidades del suelo.
Los especialistas coincidieron en que todos los estudios desarrollados indican que la siembra directa secuestra carbono y emite menos Gases de Efecto Invernadero (GEI) que la labranza convencional.