La Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias Regional Córdoba emitió un comunicado en el que manifestó su “preocupación” por una serie de intimaciones que están recibiendo productores agropecuarios cordobeses, por parte de la Dirección General de Rentas de la Provincia.
Esta movida persigue el cumplimiento de la Resolución 07/2017, publicada en el Boletín Oficial el 19 de mayo, y que obliga a quienes desarrollen la actividad de producción primaria, la actividad industrial y la prestación del servicio de transporte, a actuar como agentes de información de la DGR respecto de las adquisiciones de gasoil.
Los productores, así, deben informar al organismo recaudador el nombre, Apellido, denominación o Razón Social y número de CUIT del distribuidor, revendedor, comercializador, almacenador y boca de expendio a la que se le adquiere el gasoil; e identificar el tipo, número y fecha del comprobante emitido por dicho abastecedor, en respaldo de la entrega del bien comercializado, consignando, en cada caso, al transportista involucrado en el traslado de los productos y la localidad/provincia del proveedor.
Asimismo, se debe informaron la cantidad de litros adquiridos, con indicación del precio de compra neto del impuesto al valor agregado de la factura, excluidos impuestos internos u otros conceptos que se adicionen.
Reclamo
Titulado “El Estado: un monstruo grande que pisa fuerte”, el comunicado de las entidades agropecuarias defiende la pretensión del Estado de luchar contra la evasión impositiva pero señala el “cansancio, sentado sobre la delgadísima línea que señala el límite con el hartazgo, por la presión que ejerce una sobredimensionada estructura estatal”.
Para los ruralistas, con estas medidas, la Provincia “renuncia cada vez más a ocuparse de sus indelegables facultades, entre las que se cuentan la fiscalización y control, para ‘diseñar’ métodos de requerimiento de información que obligan a los ciudadanos a hacer lo que no deben, a ocupar su tiempo y sus recursos en lo que no es de su competencia, a distraer sus energías de lo que saben hacer: trabajar”.
Por ello, expresan su “desacuerdo, disconformidad, contrariedad con los que, lejos de trabajar por la simplificación del sistema tributario, por la reducción de la presión impositiva, generan mayores exigencias administrativas”.
En ese sentido, invitan a los integrantes del equipo técnico de la DGR a “ponerse en el lugar del otro, consultar, ocupar el sillón del productor agropecuario para –de una vez por todas– entender la realidad y actuar en consecuencia”.