La pelea entre Monsanto, los productores agropecuarios y el Gobierno no para de sumar rounds que la vuelven más virulenta a cada hora.
A las fuertes declaraciones del ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, que acusó a la compañía de "creerse por encima del Estado", se sumó ahora un nuevo comunicado de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) en el que acusó a la multinacional de "bioterrorismo".
Sin nueva soja
La entidad, que la semana pasada había emitido otro documento titulado "Monsanto, pará la mano", reaccionó de esa manera luego de que el diario Clarín diera a conocer una supuesta orden que la filial local de la firma estadounidense le dio a sus proveedores de semillas para que quemen o destruyan las variedades de soja RR2 Xtend, un nuevo transgénico que se pensaba comercializar en la próxima campaña agrícola.
Esto implicaría que se eliminen, vía herbicidas o alguna otra acción, varias miles de toneladas de esas semillas que habían sido producidas sobre tres mil hectáreas sembradas en diferentes lotes de Nidera, Don Mario, ACA, Satus Ager, Sursem y hasta por la Estación Agropecuaria Obispo Colombres de Tucumán. Estos datos fueron confirmados por fuentes de Monsanto y también el gerente de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), Alfredo Paseyro, asegura Clarín.
Cabe recordar que el último lunes, Monsanto advirtió que no lanzará nuevas tecnologías en Argentinas hasta que no haya respuestas a sus pretensiones.
Comunicado
Esta situación es la que motivó la dura reacción de CRA, que en su comunicado sostiene: “La amenaza de la compañía Monsanto de quemar miles de hectáreas y toneladas de la nueva soja transgénica coloca a la empresa en la apología del delito de bioterrorismo. Llevar adelante la destrucción de un grano que además de su uso como semilla puede servir de alimento, evitando su uso como simiente, y hacerlo de una forma deliberada y estratégica constituye por la magnitud del alcance, y de quien lo realiza un flagrante acto de bioterrorismo”.
Y agrega: “Preocupa a CRA que una empresa de capitales norteamericanos cuyo país ha sido víctima de actos de terrorismo internacional utilice entre sus estrategias comerciales actos como el citado. No sorprendería entonces que grupos de tarea de la empresa Mosanto se dediquen a quemar o bastardear cultivos de aquellos productores a quien no han podido testear de forma compulsiva como ellos pretenden”.
Por eso, CRA recomienda a sus asociados que “dada la agresión que inescrupulosamente hace la empresa provocando no solo daños económicos sino también ambientales, no sembrar ningún cultivo con semilla Monsanto, ni de soja, ni de maíz, lease Dekalb, ni de ninguna otra especie, a fin de evitar daños mayores”.